Es inefable, todos van a la derecha y ella a la izquierda.
Es la que lleva una única uña pintada de rojo.
Es la que siempre lleva puesta al menos una prenda de un color vivo para no morir por dentro.
Es la que no sabe qué es el amor.
Es la que cuando cierran el troj va a buscar el grano.
Es la que piensa que con los labios rojos ocultas tus miedos.
Es la que vive creyendo que una máscara veneciana cuenta como personalidad.
Es la que quiere salir de su mundo pero solo consigue meterse más adentro.
Es la que tiene como universo la parte de detrás del telón.
Es la que piensa que puedes abandonar a tu persona y ser otra tanto tiempo como tu consciencia aguante.
Es la que piensa que en las butacas se sientan pequeñas galaxias que solo existen si ella piensa en su existencia.
Es la que ve la estrellas como pequeños ojos que observan el mundo callados y en silencio.
Inefable soy yo, es mi palabra, mi pensamiento, la parte de mi que no entiendo ni yo. Y será así para siempre. Porque aunque el deseo de desrucción ajeno sea mayor que la fortaleza, esta bordado con hilo de oro en el alma.
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