Son palabras frías las que brotan de mis dedos en estos instantes. La fivolidad, la falsedad, el egocentrismo, la superficialidad, el orgullo, la vanidad... son compañeros cercanos en el camino. Corazones duros, que piensan que son grandes y rojos, solo por sonreir a todo lo que le da pena o creen inferior, por compasión. Y por ello son así de estupendad, si dicen NO es no, y no hay más que hablar. El mundo es un teatro. Lo que no saben es que todos levamos máscara, de vez en cuando es sano quitarsela. Pero hy quién de no quitársela y no desenmascararse nunca, empieza a verse a través. Para quién vive en un mundo de espejo, llegará el momento en el que todo será duro. La gente como yo que lleva dichos compañeros, la vida no nos sonrie, hay que luchar por liberarse. Ya no brotan palabras frías, ahora brota fuego.
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